Ahora con la confianza y la seguridad que da la experiencia de saber que estás en el camino correcto, disfruté de una aventura inolvidable en EEUU, desde dar conferencias por Miami hasta rodearme de artistas, músicos y directores de orquesta y teatro que después pasarían a contratar mis servicios de Método R.I.S.A., que recién estaba comenzando a proyectar.
Esto fue un golpe de suerte. Sentarte con una persona en el metro, el cual pasaría después a ser tu cliente. Realmente lo que con tanto hincapié se me dijo que hiciera funcionaba. Cuando caminas durante un tiempo con un mentor te das cuenta que lo que dice tiene premio. Te das cuenta cuando lo pones en práctica. De ahí la palabra mentor. No utilizo la palabra coach para mi método porque exijo a todo aquel que se quiera formar para enseñarlo, que primero pase por la experiencia. Un mentor es alguien que posee la experiencia, a diferencia de un coach (entrenador) que no tiene porqué tenerla.