Igual pasa con la Risoterapia, pues hace 5000 años, en el antiguo imperio Chino había templos donde la gente se reunía para reir, aliviando así muchas enfermedades.
En mi experiencia cómo Psicólogo, Coach y Risoterapeuta he constatado que muchos sistemas cojean, especialmente por una falta de humor. He visto en mi mismo y en mis alumnos, auténticos milagros con la Risoterapia y también con el Coaching.
Le doy al Coaching el humor que le falta y le doy a la Risoterapia la aplicabilidad que le falta para generalizarla a la vida cotidiana.
Entiendo que un Método nunca debe carecer de humor, por ello le doy R.I.S.A., un acrónimo que continuamente hace referencia cual debe ser la base de nuestro recorrido. La risa, la diversión y el disfrutar del camino hacia nuestros deseos. Pero no sólo eso, es mucho más:
R. : RESULTADOS
I. : IMAGIN-ACCIÓN
S. : SABIDURÍA
A. : AMOR
Para conseguir los resultados que queremos no podemos olvidar la risa. Divertirnos es imprescindible. Tampoco podemos olvidar esa capacidad extraordinaria como la imaginación. Aprender un poco cada día es lo que nos hará más grandes en cada paso (sabiduría). Y todo esto estaría vacío si no hubiera en todo ello, Amor.
No me conformo con menos, le doy al Coaching el humor que le falta y le doy a la Risoterapia una orientación práctica para acercarnos cada día más, a lo que más deseamos.
Partimos de la Risa y vamos hacia el Amor, pasando por resultados enriquecedores, por la imagin-acción y la sabidu-ría.
El Amor es nuestro destino. Ojalá nos encontremos allí. Significará que pudiste llegar. Significará que también lo pude hacer yo.